17 mar 2010

¿POR QUÉ CONSTRUÍ?







En lo personal: 

1. Arquitecto: del griego antiguo ἀρχιτέκτων, “arquitecto” o “constructor jefe”. Está compuesto de ἀρχός (archós), “jefe”, “guía” y τέκτων (téctōn), “constructor”. (es.wiktionary.org) 


2. La opción voluntaria de construir una obra de título siempre es un desafío personal sujeto a las capacidades y destrezas propias adquiridas durante los años de estudio. A su vez, no deja de ser una oportunidad y experiencia de aprendizaje. 


3. Si a esto le sumamos que “la arquitectura es para la gente” nos hace reflexionar que debemos abordar el oficio de arquitecto con seriedad, compromiso y un alto grado de responsabilidad hacia las decisiones que nos permitan “incidir” positivamente más allá de la obra misma. 


“El público, cuyo dinero se emplea a menudo para estos grandes edificios, cobra interés personal en su construcción. Esta acción recíproca entre especialista y público puede llevar a una arquitectura mejor y más correcta, con tal que el lego comprenda los problemas básicos de los especialistas y una a éstos un lazo común de entendimiento mutuo. Éste es el tema central de la educación arquitectónica contemporánea, que incluye tanto la educación del arquitecto como la divulgación de la arquitectura.” (Salvadori, 1987)
 

4. Durante los 6 años de estudio de arquitectura bajo la premisa de “aprender haciendo” siempre trajo consigo la acción de “innovar”.
 

5. El “aprender haciendo” sumado a “innovación” involucra algunas dificultades. El concepto de RIESGO a menudo hace su aparición obviamente por dejar cosas al azar, es por ello fundamental pruebas y experimentos previos para no dejar nada al azar. Aún en obra el riesgo y la incertidumbre tiene su momento por diversos factores.
 

RIESGO: Proximidad de un daño.

Sinceramente la inquietud personal no responde a ninguna temática o pregunta que conforme un problema como lo fue para el proyecto de El Radal, si bien se llegó a intervenir una comunidad fue solo por gestión de oportunidad. Una oportunidad de financiamiento con fondos públicos, un encargo de orden de la alcaldesa, lugares posibles dentro de un territorio, una estructura preestablecida, programa adaptable. Fue más bien una medida de urgencia para no desechar una investigación y el esfuerzo aplicado al desarrollo de una estructura innovadora concebida para otro localidad. El nuevo problema planteaba remodelar una plaza rural. Ahí es donde entra el arquitecto. El desafío asumido fue asesorar al mandante y sus demás asesores con una solución justa, proponer un nuevo orden con el mínimo de elementos  y ajustarlo a las necesidades de una comunidad sin pasar a llevar sus costumbres.


En resumen, la inquietud personal se reduce a los principios mínimos que todo arquitecto debería tener para toda orden de encargos. Proyectar arquitectura innovadora, formalmente atractiva para el usuario, de interés público, de una escala adecuada, que involucre el paisaje, sensible a lo existente, con un desafío estructural y finalmente que tenga incidencia más allá de su entorno inmediato.